La salsa gravy, un aderezo clásico en la cocina, tiene sus raíces en la gastronomía europea. Su origen se remonta a la Edad Media, donde se utilizaban los jugos de carne como base para salsas.
Con el tiempo, la técnica se perfeccionó, y la gravy se convirtió en un elemento fundamental en la cocina americana.
INGREDIENTES (4 porciones)
- 2 cucharadas de grasa (puede ser mantequilla o aceite)
- 2 cucharadas de harina de trigo
- 2 tazas de caldo de carne (puede ser casero o de cubo)
- Sal al gusto
- Pimienta negra molida al gusto
PREPARACIÓN
1. En una cacerola, calentar la grasa a fuego medio. Una vez derretida, añadir la harina, removiendo constantemente durante aproximadamente 2-3 minutos, hasta que la mezcla tome un color dorado. Este proceso se conoce como "roux".
2. Gradualmente, incorporar el caldo de carne sin dejar de remover los ingredientes para evitar la formación de grumos. Seguir agregando hasta que la salsa espese, lo cual suele tardar entre 5 a 10 minutos.
3. Aderezar con sal y pimienta al gusto. Es importante probar antes de servir, que no quede muy salado.
La SALSA GRAVY es un acompañamiento ideal para el puré de patatas y platos como el pavo asado, diferentes carnes, realzando así el sabor de la comida y convirtiendo cualquier platillo en una experiencia culinaria memorable.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:
No hay comentarios:
Publicar un comentario